El 14 de febrero celebramos el Miércoles de Ceniza, iniciando así el tiempo de Cuaresma. Con la jaculatoria «Polvo eres y en polvo te convertirás» o «Conviértete y cree en el evangelio», se nos impondrá la ceniza, símbolo de arrepentimiento y penitencia.
Durante estos 40 días en los que la Iglesia nos invita al ayuno, la limosna y la oración, los cristianos nos preparamos para la fiesta grande de nuestra fe: la Pascua.
Por tanto, nos adentramos en un tiempo de «desierto», que recuerda los 40 años que el Pueblo de Israel anduvo por el desierto antes de llegar a la Tierra Prometida, así como los 40 días de Jesús en el desierto antes de su vida pública. En ambos casos, al igual que hoy, Dios siempre camina a nuestro lado.
El papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma de 2024, ha escogido como tema: «A través del desierto Dios nos guía a la libertad». En este mensaje destaca que «es Dios quien ve, quien se conmueve y quien libera, no es Israel quien lo pide». Y nos recuerda que «es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura».
En nuestra parroquia las eucaristías con imposición de la ceniza serán a las 10 h., 12 h. y 19 h.