Asociación Cristo del Perdón

Desde hace muchos años, la imágen del «Cristo del Perdón» es venerada, con mucha devoción, por feligreses de esta Parroquia y de otros lugares. Por esta gran devoción se puso en marcha esta Asociación que lleva su nombre.

El día 12 de enero de 1993 se presenta en el Consejo Pastoral Parroquial el proyecto de formar esta Asociación. El 13 de mayo de 1993 se reúne un grupo de diez personas que manifiestan su deseo de pertenecer a la Asociación. Y el 11 de junio del mismo año, 85 personas pertenecían a este movimiento de fe que se estaba formando.

El 15 de octubre de 1993 el Consejo aprueba la creación de la Asociación Cristo del Perdón, nombrándose el 13 de noviembre la primera Junta Directiva y al Asesor Espiritual de la Asociación.

El 6 de junio de 1994 se presentan los Estatutos al Arzobispado, y el 8 de julio del mismo año son aprobados por mandato de su Emcia. Rvdma. Mons. Ángel Suquía, Cardenal Arzobispo de Madrid en esa fecha.

Desde su aprobación, la asociación ha trabajado en formarse y consolidarse y, sobre todo, en hacer realidad sus fines.

Actualmente, la asociación se reúne todos los meses para realizar su oración comunitaria (primeros viernes a las 19:30 h.). También preparan un Quinario en honor a la Virgen de los Dolores (viernes anterior al Viernes Santo), así como un Triduo al “Cristo del Perdón” en su Fiesta Mayor, el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. En Semana Santa hacen posible que salgan en procesión las andas del “Cristo del Perdón” y de la “Virgen de los Dolores”.

Fines y Objetivos

  • Celebrar la redención y reconciliación que Dios nos ofrece, expresando la fe en Cristo Crucificado en su advocación del «Perdón».
  • La santificación y formación de los miembros fomentando «el perdón, el amor, la misericordia y la compasión», como expresión del seguimiento a Cristo, así como comunicar el perdón y el amor de Dios al hombre siendo vínculo de unión entre todos los feligreses de la Parroquia y ejerciendo la caridad entre todos los asociados.
  • Ser testigos de Dios y de Cristo «misericordia y perdón» entre los miembros de la propia familia, en el lugar de trabajo, en el ámbito parroquial y en cualquier situación y lugar.
  • Venerar la imágen de Cristo crucificado en su advocación de «Cristo del Perdón» y tributarle el culto debido.