Sagrado Corazón de Jesús

La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua, así como de donde nació la Iglesia.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús fue propagada con un nuevo impulso por Santa Margarita de Alacoque (1647-1690) que tuvo diversas revelaciones. En la primera revelación escuchará: «Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en él las llamas de su ardiente caridad, es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición».